¿Fraude de seguros, estafa o delito?
Muy sencillo: las aseguradoras resuelven los problemas de las personas con el dinero que les pagan sus clientes. Desde una huelga de chapa hasta un incendio en el comercio. Entonces, cuando un defraudador presenta una reclamación incorrecta, falsea los hechos o el valor del daño, lo que está haciendo es que está tratando de obtener un beneficio inapropiado para sí mismo a costa de otros asegurados, que son honestos. De manera similar, cuando una compañía de seguros investiga reclamaciones indebidas, protege los intereses de sus asegurados.
Según las estimaciones publicadas por ICEA en el informe “Fraude en Seguros Españoles. Año 2021”, el fraude está detrás del 1,60% de todos los expedientes tramitados por las aseguradoras en ese año. Esta cifra es superior a la de 2020 (1,18%), y también a la de 2019 (1,38%). Y si hablamos de montos, el aumento de montos indebidamente reclamados es aún más claro y consistente. Pasó del 2,40% de la cuota pagada en 2019; al 2,95% en 2021. Por eso, la lucha contra el fraude cobra cada año más importancia.
Hay todo tipo de fraude. Pequeño y grande Un tercio de los intentos de fraude investigados implicaron reclamaciones de menos de 500 euros. Los dos tercios restantes corresponden a montos mayores.
Los intentos son más comunes con algunos tipos de seguros que con otros. El 66% de los casos de fraude se dan en la industria automotriz, seguro de suscripción obligatoria para todas las personas propietarias de un vehículo. Los ramos varios (hogar, comercio, vivienda, comercio y responsabilidad civil) suponen un 30% adicional de los intentos de fraude. El resto se distribuye entre otras ramas.
TODO VIVIENDA / Fuente
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