La fachada de un edificio es la primera impresión que obtenemos de él. pero no se trata únicamente de un elemento estético porque cumple la importante función de aislar el interior para proporcionar un ambiente agradable. En los últimos años, las fachadas ligeras han supuesto una verdadera innovación frente a las tradicionales ¿qué sabes de ellas?
¿Qué conoces sobre las fachadas ligeras?
La fachada es el cerramiento exterior de cualquier construcción y existen distintos tipos de fachadas ligeras, cada uno con características propias, ventajas e inconvenientes que conviene conocer. En las estructuras convencionales, el ladrillo visto, el enfoscado o la terminación en piedra o madera son las técnicas y los materiales más empleados, pero en la actualidad, arquitectos y constructores reconocen las ventajas que puede suponer instalar en un edificio una fachada ligera y aislante.
Estas estructuras son un recubrimiento externo, una especie de segunda piel que “cuelga” fijándose al propio edificio por distintos sistemas de anclaje, dejando entremedias una cámara de aire de mayores o menores dimensiones. Su diseño, instalación y mantenimiento solo deben llevarlo a cabo empresas especializadas en fachadas siempre trabajando codo a codo con los responsables de cualquier proyecto.
Cuáles son las características de una fachada ligera
La hoja externa que sirve de cerramiento exterior suele estar hecha en placas, generalmente prefabricadas, en materiales cerámicos, en piedra o incluso en cristal. Las fachadas prefabricadas ligeras son una opción muy popular debido a su rapidez de instalación y eficiencia en costos. Los sistemas de fijación también varían en función de las características de cada edificio, aunque son los montantes y travesaños los elementos más utilizados.
En el caso de los también llamados “velos de cristal”, fachadas que combinan vidrio laminado y aluminio, el peso de la estructura recae en la propia edificación, logrando estéticamente un efecto de ligereza que destaca en gran parte de los edificios que se construyen actualmente.
Una fachada ligera y aislante, bien diseñada y ejecutada supone un “plus” para la construcción donde vaya a ser ubicada. La cámara de aire, que crea este sistema de paneles, favorece una correcta ventilación contribuyendo a lograr la temperatura óptima en el interior del edificio. El mejor aislamiento acústico y la regulación frente a las temperaturas de frío o calor extremo son dos de las principales ventajas que aportan las fachadas ligeras.
Otra de las más importantes, cada vez más valoradas por las personas que viven o trabajan en estas estructuras, es el aprovechamiento total de la luz natural. Todas estas características traen como resultado una mayor eficiencia energética en edificios que pueden considerarse tan innovadores como respetuosos con el medio ambiente.
En cuanto al mantenimiento, las fachadas ligeras lo requieren para poder conservar inalterables sus propiedades. Por ejemplo, a la hora de la limpieza de una fachada ligera en cristal, es importante ejecutarla con productos neutros no abrasivos para no dañar el vidrio y también disponer en todo momento de paneles sustitutorios en el caso de ser requeridos ante cualquier imprevisto o deterioro.
Si te estás construyendo una casa, un chalé o simplemente tu fachada necesita una reforma integral, ten en cuenta las múltiples alternativas que la arquitectura moderna ofrece actualmente en lo que a fachadas se refiere, analizando los diferentes tipos de fachadas ligeras y su idoneidad para tu proyecto específico.